Proteccionismo en la carne: ¿A quién realmente beneficia?

Lo que podemos aprender de una historia inventada… y por qué es tan real para quienes trabajamos con ganado de verdad.

En la industria ganadera, las decisiones de política y mercado no son teorías abstractas: se sienten en cada potrero, en cada res, en cada plato. Hace poco leímos una historia publicada en Beef Magazine sobre un país ficticio llamado Cowlandia. Suena simpático, pero el mensaje es profundo.

En Cowlandia, sus líderes decidieron proteger a sus ganaderos de la competencia extranjera. Cerraron fronteras, impusieron barreras y quisieron crear un mundo donde sólo se consumiera carne local. ¿El resultado? Menos competencia, menos innovación, menos calidad… y consumidores que pagaban más por menos.

La lección es clara: cuando se apaga la competencia, también se apagan el progreso y la excelencia.

En Boquete Meats, creemos en lo contrario. Competimos con el mundo, pero lo hacemos desde nuestras fortalezas: pasto natural, bienestar animal, carne sin atajos ni excusas. Apostamos por una carne que pueda contar su historia con orgullo, que no necesite protecciones artificiales para destacar.

Los consumidores de hoy —ustedes— merecen alimentos reales, bien hechos, y producidos por gente que ama lo que hace. No se trata de proteger industrias, sino de fortalecerlas con calidad, transparencia y respeto por quien está del otro lado de la mesa.

Por eso seguimos aquí, reinventando lo que significa ser ganaderos en el siglo XXI.